Matilda tiene una casa sencilla, sin grandes lujos pero acogedora y calentita. Hoy os la enseño por dentro.
En su alacena nunca faltan los frutos secos que tanto le gustan...
Matilda tiene una casa sencilla, sin grandes lujos pero acogedora y calentita. Hoy os la enseño por dentro.
En su alacena nunca faltan los frutos secos que tanto le gustan...
Hace unos días os hablé de Matilda, la ratoncita de campo que nos ha acompañado durante casi un año.
Junto a ella hemos visitado varias ciudades y pueblos, muchos campos, incluso hemos hecho a su lado el Camino de Santiago, ¡por primera vez vio el mar!
Pero aunque sabemos que lo ha pasado bien y que ha sido feliz a nuestro lado, entendemos que echaba mucho de menos su hogar, su bosque, su casita en el tronco del pino que comparte con su amigo el autillo.
Matilda apareció por casa hace casi un año.
Es una ratona de campo que llegó sin hacer ruido, ligera de equipaje, pero con las ganas rebosantes de nuevas aventuras.
Sigo poniendo al día el blog, ya casi lo tengo, aunque aún quedan por enseñar cosas muy chulas. Hoy le toca el turno a una selección de costuritas, todas de 2023.
Creo que el año pasado fue el año de las carteritas. No sé ni cuántas hice pero muchas, muchísimas. La verdad es que es un regalito súper práctico, no cuesta mucho coserlas y quedan preciosas.
Hice muchas de estas sencillitas, perfectas para llevar dentro carnets y tarjetas:
El año pasado fue sin duda el año de las asignaturas pendientes: me disfracé, hice el Camino de Santiago, y me lancé con el punto a dos agujas.
No es que haya progresado demasiado que digamos, pero por lo menos ya podré decir que una vez tejí algo a dos agujas ;)
Sigo con muñecas, pero hoy de otro tipo. Justo antes del verano hice el curso de muñecas de tela de @lelelerele a través de Domestika.
El curso me encantó, súper bien explicado y con un patrón práctico y personalizable.
De momento del patrón ha salido Maya y SúperJavito, pero sé que vendrán muchas más:
He contado muy poco (o nada) sobre mis aventuras con las muñecas Blythe en este blog, porque empecé uno expresamente para ellas. Está también si actualizar hace siglos, pero podéis echarle un vistazo si os apetece: Laia & Sabela.
Pero no puedo dejar sin poner por aquí la muñeca que le hice con un montón de complementos, a una personita llamada Beli.
Allá por diciembre de 2021 acudí a un evento de muñecas Blythe Doll (si, es cierto, no solo sigo igual de friki, sino que creo que cada vez lo soy más). Allí me apunté a un taller que impartía "Desayuno con Ganchillos" y que abrió un nuevo y maravilloso universo ante mí: el needle felting.
No he hecho demasiadas cosas y ahora me doy cuenta de que a algunas ni les he hecho foto :( , pero es una técnica que me encanta, y me resulta super desestresante, (algún día os contaré en secreto cómo la llamamos en esta casa)
Podría parecer que me ha tragado la tierra durante todo este tiempo. Y la tierra no, pero sí me he visto engullida por la vorágine del día a día, retrasando al principio, y renunciando después, a la idea de retomar el blog.
Pero a pesar de que los días, los meses, los años pasaban, nunca me abandonó la pena de dejar morir este blog tan mimado, al que he visto crecer casi como a otro hijo más. Y por eso, en lo más profundo de mi ser, tenía la esperanza de que algún día volvería.
Y mira tú por donde que ese día es hoy. Sin más. Sin ser hoy nada especial. Y aquí estamos.
A lo largo de estos años he seguido haciendo cosillas, con menos tiempo, eso sí, pero siempre con la misma ilusión. Resulta imposible subir todo lo que he hecho en un orden cronológico, así que lo voy a intentar subir por temáticas.
Y voy a comenzar por algo que he redescubierto no hace demasiado, y que reconozco me encanta: el bordado.