Desde que descubrí el ganchillo hace poco más de un año, podré olvidarme las llaves, el móvil o la cabeza, pero mis lanas y mis agujas jamás de los jamases. Y es que soy capaz de renunciar a meter casi cualquier cosa en el equipaje, con tal de que quepan mis preciados tesoros.
Porque puedo pasar con el mismo modelo o las mismas sandalias todas las vacaciones, pero sin darle a mi ganchillo no, no, no! Y así como el verano pasado me dio por las estrellas, este año me ha dado por los pulpos...
El patrón lo he sacado de aquí, con unas mínimas modificaciones. Alucino con las maravillas que hace esta chica: Pica-Pau.
Y aviso que he vuelto tan llena de energía que he retomado mi "obra de El Escorial" particular y estoy a punto de acabarla!!